Introducción
En el umbral del nuevo milenio, el profesionalismo médico ha sido objeto de profundas revisiones desde la bioética, las ciencias sociales y la política sanitaria(1-3). La llamada Carta del Profesionalismo Médico, propuesta en 2002 por fundaciones como el American Board of Internal Medicine (ABIM, por sus siglas en inglés), ha intentado rescatar los valores fundacionales de la medicina en un contexto amenazado por la mercantilización, la deshumanización del acto médico y la desconfianza social(1,3). En esta encrucijada global, la figura del beato José Gregorio Hernández emerge no solo como un referente espiritual o religioso, sino como un modelo de profesionalismo médico integral, especialmente vigente en contextos como el venezolano, donde la crisis de salud y la desigualdad desafían a diario la vocación de servicio(4-7).
La crisis del profesionalismo: entre el mercado, la técnica y el poder
La Carta del Profesionalismo identifica tres principios fundamentales(1-3): el bienestar del paciente, la autonomía y la justicia social. Sin embargo, el ejercicio cotidiano revela cuán lejos estamos de estos ideales. Como lo advierte el documento «The Medical Professionalism Project and its Physician Charter», la medicina se ha visto atrapada entre las exigencias del mercado, la tecnología y la burocracia(1-3). La relación médico-paciente se ha deteriorado, convirtiéndose en una transacción instrumental y fragmentada, mientras los profesionales lidian con dilemas éticos cada vez más complejos, sin un horizonte claro de valores compartidos(1-3).
A ello se suma la penetración de la lógica del marketing digital en el ejercicio profesional: marcas personales, redes sociales, reputación en línea y posicionamiento han reconfigurado la óptica del ejercicio clínico. El médico ya no es solo un cuidador, sino un «proveedor de servicios» que debe competir por la atención y fidelidad de sus pacientes-clientes. Esta tensión entre vocación y mercadeo genera nuevos conflictos de ética profesional, en los que la imagen muchas veces suplanta la competencia real.
Desde la óptica de José Gregorio Hernández, esta transformación resultaría profundamente preocupante(4-7). Su vida estuvo guiada por la humildad, el servicio desinteresado y una fe vivida desde la ciencia y la caridad(4-7). Es posible imaginar que advertiría(4-7):
“El médico ha de ser un servidor de la vida, no un comerciante de su imagen. Si las redes y los títulos sirven para llevar alivio al que sufre, bienvenidas sean. Pero si el corazón se extravía en el brillo del prestigio y se olvida de los pobres, entonces hemos perdido el alma de la medicina”.
En este sentido, su ejemplo invita a discernir el uso ético de las herramientas digitales, evitando que el mercadeo opaque la vocación, y recordando siempre que el centro del acto médico debe ser la dignidad humana del paciente.
José Gregorio Hernández: paradigma de profesionalismo integral
Frente a esta crisis, José Gregorio Hernández ofrece un modelo contracultura(4-7)l. Fue científico riguroso, pionero en medicina experimental en Venezuela, profesor universitario y estudioso incansable. Pero también fue un médico que hizo de la compasión, la gratuidad y la defensa del pobre una práctica cotidiana(4-7). Integró ciencia y fe sin reduccionismos, comprendiendo la medicina como una vocación al servicio de la vida, no como simple prestación de servicios. Su vida, como se analiza en los artículos del Instituto Educardio, articula una bioética de la responsabilidad y la esperanza, donde el profesionalismo se vive como una forma de santidad laica(4-7).
Fe, bioética y justicia social: una nueva ética profesional
La cardiología intervencionista y otras ramas de alta tecnología también están llamadas a revisar sus fundamentos éticos(8,9). Como planteo en «Dimensión bioética y religiosa de la cardiología intervencionista»(7), la excelencia técnica debe ir acompañada de una espiritualidad clínica que abrace al paciente en su totalidad: cuerpo, mente y espíritu. En Venezuela, donde la precariedad desafía la práctica diaria, se hace urgente un profesionalismo que combine competencia, sensibilidad social y compromiso ético. José Gregorio simboliza precisamente esa triada, ofreciendo una guía para navegar entre la ciencia, la fe y la justicia(4-7).
El Colegio Médico y la identidad profesional: del emblema al compromiso
Muchos colegios de médicos en Venezuela aspiran a adoptar la imagen de José Gregorio Hernández como símbolo gremial. Ejemplos notables incluyen al Colegio de Médicos del Estado Mérida, donde se construye un mural titulado «Nuestro Santo Venezolano» en su sede, y donde se han realizado homenajes con su imagen como fondo de reconocimiento profesional. Sin embargo, este gesto puede vaciarse de sentido si no va acompañado de un compromiso con su legado(4-7). No basta con estampar su imagen en un mural o en un logo institucional: hace falta traducir su ejemplo en políticas gremiales, ética organizacional y formación de nuevas generaciones(4-7). Su figura interpela al gremio médico a recuperar la mística del cuidado y a resistir las lógicas de poder que deshumanizan la profesión(1-3).
Conclusión
En la encrucijada actual del profesionalismo médico, José Gregorio Hernández representa más que un santo: es un modelo viviente de integridad, compasión y sabiduría. Su legado ofrece una alternativa ante el desencanto, una bioética encarnada que puede inspirar una renovación profunda del ejercicio profesional. En un país como Venezuela, donde ejercer la medicina se ha vuelto una forma de resistencia ética, José Gregorio puede ser la luz que guíe un nuevo pacto social, gremial y humano entre los médicos y la sociedad.
Referencias
- Medical professionalism in the new millennium: a physician charter. Ann Intern Med 2002;136:243-6
- Arnett, W. (2003). The Medical Professionalism Project and its Physician Charter: New Ethics for a Political Agenda. Journal of American Physicians and Surgeons, 8(3), 70–72. Recuperado de https://www.jpands.org/hacienda/arnett3.html.
- Blank L, Kimball H, McDonald W, Merino J. Medical professionalism in the new millennium: a physician charter 15 months later. Ann Intern Med 2003;138:839-41
- Núñez Medina TJ. La crisis cardiovascular venezolana: el dato que grita. Instituto Educardio 2025.https://institutoeducardio.net/33664-2/
- Núñez Medina TJ. Infarto de miocardio en Venezuela: S.O.S. Instituto Educardio 2025.https://institutoeducardio.net/infarto-de-miocardio-en-venezuela-s-o-s/
- Núñez Medina TJ. La carga de enfermedad cardiovascular en Venezuela 2021. Instituto Educardio 2025.https://institutoeducardio.net/la-carga-de-enfermedad-cardiovascular-en-venezuela-2021/
- Núñez Medina TJ. Dimensión bioética y religiosa de la cardiología intervencionista. Instituto Educardio 2025.https://institutoeducardio.net/dimension-bioetica-y-religiosa-de-la-cardiologia-intervencionista/
- Núñez Medina TJ. La brújula moral de la cardiología intervencionista en Venezuela: retos actuales del profesionalismo médico [Internet]. Instituto Educardio; 2025 mar 10 [citado 2025 abr 2]. Disponible en: https://institutoeducardio.net/la-brujula-moral-de-la-cardiologia-intervencionista-en-venezuela-retos-actuales-del-profesionalismo-medico/.
- Cameron AA, Laskey WK, Sheldon WC. Ethical issues for invasive cardiologists: Society for cardiovascular angiography and interventions. Catheter Cardiovasc Interv 2004;61:157-62
