Oct 17, 2025 | Bioética Clínica

José Gregorio Hernández y la Bioética de las Virtudes: Fundamento Ético para un Nuevo Profesionalismo Médico

La monografía José Gregorio Hernández y el médico virtuoso del siglo XXI propone una relectura académica del pensamiento moral de José Gregorio Hernández a la luz de la bioética de las virtudes, corriente fundada por Edmund Pellegrino y David Thomasma, que concibe la medicina como una comunidad moral orientada al bien del paciente. Este enfoque sostiene que el núcleo ético de la práctica médica no reside únicamente en el cumplimiento de normas o principios, sino en la formación del carácter del médico como agente prudente, justo, compasivo y fiel a la confianza que la sociedad deposita en él. En un siglo marcado por la complejidad tecnológica, la inequidad sanitaria y la pérdida de confianza en las instituciones, esta obra plantea que la recuperación de la virtud médica constituye un eje esencial para renovar el profesionalismo, fortalecer la ética pública y rehumanizar la práctica clínica. Desde una perspectiva metodológica, el estudio integra una revisión sistemática y metaanálisis cualitativo-cuantitativo de 142 fuentes (1919–2025), desarrollando un Índice de Coherencia Moral (ICM = 0.74) que evidencia una alta convergencia entre las virtudes teologales, cardinales, humanas y cívico-profesionales presentes en la figura del Dr. José Gregorio Hernández. El hallazgo confirma su vigencia como paradigma universal del médico virtuoso, en quien se integran la racionalidad científica, la compasión ética y el compromiso social. Su vida y obra revelan una coherencia moral que trasciende lo religioso y se inscribe en una ética del servicio, la humildad y la justicia. El texto se articula además con la corriente venezolana de bioética clínica impulsada por Gabriel D’Empaire Yanes, quien aboga por una “medicina más humana” centrada en la relación ética entre quien sufre y quien cuida. Ambas visiones —la de Pellegrino y la de D’Empaire— convergen en un mismo horizonte: restaurar el sentido moral de la medicina a través de la virtud como fuerza educativa, clínica y social. Lejos de un enfoque hagiográfico, la monografía invita a un debate académico interdisciplinario sobre el papel del carácter, la excelencia técnica y la responsabilidad pública. El modelo “josegregoriano” de virtud en la práctica médica emerge así como una ética de coherencia y servicio, capaz de inspirar una medicina que no solo cure, sino que también humanice, acompañe y reconcilie la ciencia con la conciencia.

José Gregorio Hernández y la Bioética de las Virtudes: Fundamento Ético para un Nuevo Profesionalismo Médico

La monografía José Gregorio Hernández y el médico virtuoso del siglo XXI propone una relectura académica del pensamiento moral de José Gregorio Hernández a la luz de la bioética de las virtudes, corriente fundada por Edmund Pellegrino y David Thomasma, que concibe la medicina como una comunidad moral orientada al bien del paciente. Este enfoque sostiene que el núcleo ético de la práctica médica no reside únicamente en el cumplimiento de normas o principios, sino en la formación del carácter del médico como agente prudente, justo, compasivo y fiel a la confianza que la sociedad deposita en él. En un siglo marcado por la complejidad tecnológica, la inequidad sanitaria y la pérdida de confianza en las instituciones, esta obra plantea que la recuperación de la virtud médica constituye un eje esencial para renovar el profesionalismo, fortalecer la ética pública y rehumanizar la práctica clínica. Desde una perspectiva metodológica, el estudio integra una revisión sistemática y metaanálisis cualitativo-cuantitativo de 142 fuentes (1919–2025), desarrollando un Índice de Coherencia Moral (ICM = 0.74) que evidencia una alta convergencia entre las virtudes teologales, cardinales, humanas y cívico-profesionales presentes en la figura del Dr. José Gregorio Hernández. El hallazgo confirma su vigencia como paradigma universal del médico virtuoso, en quien se integran la racionalidad científica, la compasión ética y el compromiso social. Su vida y obra revelan una coherencia moral que trasciende lo religioso y se inscribe en una ética del servicio, la humildad y la justicia. El texto se articula además con la corriente venezolana de bioética clínica impulsada por Gabriel D’Empaire Yanes, quien aboga por una “medicina más humana” centrada en la relación ética entre quien sufre y quien cuida. Ambas visiones —la de Pellegrino y la de D’Empaire— convergen en un mismo horizonte: restaurar el sentido moral de la medicina a través de la virtud como fuerza educativa, clínica y social. Lejos de un enfoque hagiográfico, la monografía invita a un debate académico interdisciplinario sobre el papel del carácter, la excelencia técnica y la responsabilidad pública. El modelo “josegregoriano” de virtud en la práctica médica emerge así como una ética de coherencia y servicio, capaz de inspirar una medicina que no solo cure, sino que también humanice, acompañe y reconcilie la ciencia con la conciencia.

Resumen

La monografía José Gregorio Hernández y el médico virtuoso del siglo XXI se presenta como una contribución académica al diálogo entre ética médica, formación profesional y humanismo de los sistemas de salud. Basada en la tradición de la bioética de las virtudes desarrollada por Edmund Pellegrino y David Thomasma, esta obra propone un modelo de coherencia moral que integra ciencia, compasión y responsabilidad social.
En un contexto sanitario caracterizado por la complejidad estructural y los desafíos globales de sostenibilidad y confianza institucional, la figura del Dr. José Gregorio Hernández (1864–1919) ofrece un paradigma universal de virtud médica. Su vida y obra trascienden lo religioso para constituir una referencia de excelencia ética, científica y humana aplicable a la medicina contemporánea.

Palabras clave: bioética de las virtudes, José Gregorio Hernández, profesionalismo médico, coherencia moral, educación médica, humanismo sanitario.

Fundamentos conceptuales: la bioética de las virtudes

La bioética de las virtudes es una corriente filosófica que centra la reflexión moral en el carácter del agente más que en las normas o consecuencias de la acción. Su desarrollo moderno en medicina se debe a Edmund Pellegrino y David Thomasma, quienes en The Virtues in Medical Practice (1993) concibieron la medicina como una comunidad moral orientada al bien del paciente (1). Este enfoque complementa los modelos principialistas tradicionales, al subrayar que la práctica médica requiere no solo competencia técnica, sino también virtudes clínicas como la prudencia, la justicia, la fidelidad y la compasión. En palabras de Pellegrino, “la vida virtuosa es el recurso más importante del médico para sanar a su paciente”.

Autores contemporáneos como Justin Oakley (2015) y Stephen Holland (2011) han reafirmado la relevancia de esta visión, mostrando que la virtud profesional constituye un puente entre la ética del cuidado individual y la integridad institucional. Del mismo modo, Bain (2018) y Herreros et al. (2018) han destacado la vigencia del pensamiento de James Drane, quien consideraba que la medicina debía preservar su vocación moral a través de la prudencia y la integridad profesional (2–5).

 La monografía como proyecto académico

La obra José Gregorio Hernández y el médico virtuoso del siglo XXI surge del interés por sistematizar, desde un enfoque científico y bioético, las virtudes que definen el paradigma moral de José Gregorio Hernández, y compararlas con los marcos internacionales contemporáneos de profesionalismo médico (ABIM Charter, CanMEDS Framework, UNESCO 2005). Mediante una revisión sistemática y metaanálisis cualitativo-cuantitativo, se analizaron 142 fuentes (1919–2025) en cinco idiomas. El estudio identificó 27 virtudes —teologales, cardinales, humanas y cívico-profesionales— y calculó un Índice de Coherencia Moral (ICM = 0.74), que refleja una alta convergencia entre la literatura académica, cultural y espiritual.

Estas virtudes se agrupan en tres ejes de significado:

  1. Virtudes espirituales y científicas: fe, caridad, verdad y humildad intelectual.
  2. Virtudes ético-profesionales: justicia, prudencia, fidelidad, responsabilidad.
  3. Virtudes sociales y cívicas: solidaridad, integridad y compromiso con el bien común.

El análisis confirma que el modelo josegregoriano no solo conserva coherencia moral interna, sino que se alinea con los principios universales de la bioética contemporánea y con las competencias esperadas del médico moderno.

 José Gregorio Hernández: paradigma de integridad moral y científica

La figura de José Gregorio Hernández trasciende los límites de la devoción religiosa para adquirir un valor universal como modelo de ética médica integral. Formado en la Sorbona de París bajo el método experimental, combinó la precisión científica con una profunda orientación humanista y espiritual. Su vida profesional refleja lo que Gabriel D’Empaire Yanes (2020) denomina la medicina más humana: una práctica que une competencia técnica, compasión y conciencia moral (6). En un mundo donde la medicina enfrenta desafíos de complejidad institucional y presión tecnológica, la figura de José Gregorio Hernández invita a reafirmar la dimensión moral del profesionalismo médico. Su coherencia entre saber y servicio, ciencia y virtud, constituye una referencia educativa para las nuevas generaciones de médicos latinoamericanos.

 Bioética de las virtudes y profesionalismo en el siglo XXI

La formación médica contemporánea requiere integrar tres dimensiones complementarias:

  • Excelencia científica, sustentada en la evidencia.
  • Integridad moral, sostenida por la virtud.
  • Responsabilidad social, orientada al bien común.

Este equilibrio define lo que el nuevo profesionalismo médico propone: un médico competente, prudente y confiable. La bioética de las virtudes aporta el marco moral que permite cultivar esas competencias como hábitos estables del carácter.

La figura de José Gregorio Hernández, reinterpretada desde la bioética clínica, ofrece un ejemplo concreto de cómo estos valores pueden vivirse en contextos sociales diversos. En su modelo convergen la fe racional, la sensibilidad ante la vulnerabilidad humana y la búsqueda constante del bien del paciente.

 Conclusión

La monografía José Gregorio Hernández y el médico virtuoso del siglo XXI busca contribuir a la renovación del humanismo médico desde un enfoque académico y bioético. En tiempos de complejidad estructural y transformación global, el paradigma josegregoriano invita a reintegrar ciencia, ética y espiritualidad en el corazón de la práctica médica. La bioética de las virtudes —desde Pellegrino hasta D’Empaire— demuestra que la excelencia técnica, sin virtud, carece de sentido; y que la virtud, sin ciencia, pierde eficacia. Formar médicos virtuosos significa, en última instancia, formar ciudadanos morales comprometidos con la dignidad humana y la confianza social.

 Referencias

  1. Pellegrino ED, Thomasma DC. The Virtues in Medical Practice. Oxford University Press; 1993.
  2. Oakley J. A virtue ethics perspective on bioethics. Bioethics UPdate. 2015;1(1):41–53.
  3. Holland S. The virtue ethics approach to bioethics. Bioethics. 2011;25(4):192–201.
  4. Bain LE. Revisiting the need for virtue in medical practice. Philos Ethics Humanit Med. 2018;13:4.
  5. Herreros B, et al. ¿Seguimos siendo guardianes de nuestros pacientes? J Health Care Qual Res. 2018;33(1):54–61.
  6. D’Empaire Yanes G, F de D’Empaire ME. En busca de una medicina más humana: bioética clínica del día a día. Caracas: Dr. Igor’s Palacios Society; 2020.
  7. Núñez Medina TJ. José Gregorio Hernández y el médico virtuoso del siglo XXI. Instituto Educardio; 2025.