Ago 12, 2025 | Bioética Clínica

Cirugía Cardiovascular: Necesidad Vital y Pilar del Desarrollo Sostenible en Venezuela – Una Perspectiva desde la Bioética Clínica

La cirugía cardiovascular en Venezuela, lejos de ser un lujo, es un pilar esencial de salud pública y desarrollo sostenible. En un contexto de alta mortalidad por enfermedades cardiovasculares y profundas desigualdades de acceso, urge integrarla como prioridad nacional. La experiencia de Mérida constituye un ejemplo histórico de resiliencia: desde la primera cirugía de coartación de la aorta en 1954, realizada por el Dr. Gustavo García Galindo, hasta la consolidación del Instituto de Investigaciones Cardiovasculares de la ULA, con un equipo multidisciplinario de excelencia. Figuras como el Dr. José Vicente García, el Dr. Vicente Philips, el Dr. Franklin Arriaga, el Dr. Francisco López Servando, el Dr. Samir Harfouch y la Dra. Mary Delgado forjaron un legado quirúrgico, docente e investigativo sin precedentes. Sin embargo, la falta de financiamiento y recursos amenaza su continuidad. Reactivar y fortalecer esta capacidad no es solo una meta médica, sino un imperativo ético y estratégico para la salud y el futuro del país.

Cirugía Cardiovascular: Necesidad Vital y Pilar del Desarrollo Sostenible en Venezuela – Una Perspectiva desde la Bioética Clínica

La cirugía cardiovascular en Venezuela, lejos de ser un lujo, es un pilar esencial de salud pública y desarrollo sostenible. En un contexto de alta mortalidad por enfermedades cardiovasculares y profundas desigualdades de acceso, urge integrarla como prioridad nacional. La experiencia de Mérida constituye un ejemplo histórico de resiliencia: desde la primera cirugía de coartación de la aorta en 1954, realizada por el Dr. Gustavo García Galindo, hasta la consolidación del Instituto de Investigaciones Cardiovasculares de la ULA, con un equipo multidisciplinario de excelencia. Figuras como el Dr. José Vicente García, el Dr. Vicente Philips, el Dr. Franklin Arriaga, el Dr. Francisco López Servando, el Dr. Samir Harfouch y la Dra. Mary Delgado forjaron un legado quirúrgico, docente e investigativo sin precedentes. Sin embargo, la falta de financiamiento y recursos amenaza su continuidad. Reactivar y fortalecer esta capacidad no es solo una meta médica, sino un imperativo ético y estratégico para la salud y el futuro del país.

Introducción

En Venezuela, la cirugía cardiovascular no solo es una necesidad técnica sino un imperativo ético y social. Las enfermedades cardiovasculares siguen siendo la primera causa de muerte, responsables de más del 30 % de la mortalidad general (4). En un contexto de crisis estructural, el acceso a procedimientos de alta complejidad como las cirugías de revascularización coronaria, reparación valvular o corrección de cardiopatías congénitas está severamente limitado.
Desde la bioética clínica, la atención sanitaria debe regirse por los principios de justicia, beneficencia, no maleficencia y autonomía, principios que se ven amenazados cuando la capacidad técnica existe, pero el sistema no garantiza su acceso equitativo (1,2,3,8). Este trabajo propone un análisis integral de la cirugía cardiovascular como derecho humano, pilar del desarrollo sostenible y espacio de concreción de los valores bioéticos en la práctica clínica.

Un problema de salud pública y equidad

El déficit en cirugía cardiovascular constituye una inequidad sanitaria crítica. En Venezuela, la concentración de estos servicios en pocos centros, sumada a la obsolescencia tecnológica y a la migración del personal especializado, crea un círculo de exclusión sanitaria (2,3,5).
La justicia distributiva obliga a garantizar que un paciente de zonas rurales o con escasos recursos tenga la misma oportunidad de acceso que uno en un centro urbano privado. La beneficencia y la no maleficencia demandan intervenciones oportunas, evitando complicaciones irreversibles por demoras. Finalmente, la autonomía implica ofrecer al paciente información clara y alternativas viables, lo que se ve limitado cuando la opción quirúrgica no está disponible.
A nivel global, la falta de acceso afecta a más de seis mil millones de personas, con un impacto económico y social que perpetúa la pobreza y la discapacidad (4,6).

Impacto en los Objetivos de Desarrollo Sostenible

El acceso a cirugía cardiovascular es transversal a múltiples ODS. El ODS 3 (Salud y Bienestar) se ve directamente beneficiado por la disminución de mortalidad y morbilidad cardiovascular. El ODS 1 (Fin de la pobreza) se relaciona con la prevención de gastos catastróficos en salud. El ODS 5 (Igualdad de género) cobra relevancia al asegurar acceso igualitario a mujeres y hombres, evitando sesgos históricos en la referencia y tratamiento. El ODS 8 (Trabajo decente y crecimiento económico) se fortalece al mantener la fuerza laboral activa mediante la prevención de discapacidad y muerte prematura.
La falta de inversión en cirugía cardiovascular no es solo un problema sanitario, sino una injusticia estructural que compromete el desarrollo humano sostenible.

Mérida: un ejemplo de resiliencia y compromiso ético

Mérida: un ejemplo de resiliencia

La historia de la cirugía cardiovascular en Mérida es un testimonio de construcción institucional, visión académica y perseverancia. Un hito fundamental ocurrió en 1954, cuando el Dr. Gustavo García Galindo, con el Dr. Francisco Moncada Reyes como ayudante, realizó en el Sanatorio Venezuela la primera cirugía cardiovascular en la región, una intervención de coartación de la aorta, abriendo el camino a la cirugía cardíaca avanzada en los Andes venezolanos (6).

Desde la creación del Servicio y la Cátedra de Cardiología en 1952 por el Dr. Abdel Fuenmayor, pasando por la incorporación de la cirugía a corazón abierto en la década de 1970, hasta la consolidación del Instituto de Investigaciones Cardiovasculares de la Universidad de Los Andes, el progreso se logró gracias a alianzas, formación de especialistas y desarrollo tecnológico local (6).

En este desarrollo, el Instituto Autónomo Hospital Universitario de Los Andes (IAHULA) llegó a ser un centro de referencia nacional, con la participación de destacados profesionales como el Dr. José Vicente García, el Dr. Vicente Philips, el Dr. Franklin Arriaga, el Dr. Francisco López Servando, el Dr. Samir Harfouch, la Dra. Mary Delgado y la Dra. Monzón, junto con un equipo de anestesiólogos de excelencia —los doctores Nicolás Fariñas, Ramón Quijada y Ricardo Gheresetian— y personal de perfusión liderado por Frank Schön y Omar López. Este conjunto de profesionales, en un trabajo interdisciplinario y coordinado, consolidó la cirugía cardiovascular como un orgullo médico regional.

A pesar de este legado, factores como la eliminación del financiamiento proveniente de FasciCardio en 2010 precipitaron un declive significativo en la actividad quirúrgica, afectando la continuidad de programas y limitando la disponibilidad de recursos humanos y técnicos. No obstante, la memoria de este esfuerzo colectivo y el compromiso de sus protagonistas constituyen un capital histórico y ético para inspirar una eventual reactivación del servicio.

Desafíos actuales en Venezuela

Los servicios de cirugía cardiovascular enfrentan:

  1. Infraestructura obsoleta y falta de repuestos para equipos esenciales.
  2. Escasez de insumos críticos como prótesis valvulares y dispositivos de asistencia ventricular.
  3. Déficit de especialistas (cirujanos, perfusionistas, anestesiólogos cardiovasculares) debido a la migración.
  4. Financiamiento fragmentado que excluye a pacientes sin cobertura privada o redes de apoyo.
  5. Estos retos representan un incumplimiento del principio de justicia y, por omisión, de beneficencia y no maleficencia (3,5,8).

El valor del equipo cardiológico multidisciplinario (Heart Team)

El equipo cardiológico multidisciplinario es el modelo que traduce los principios bioéticos en decisiones clínicas concretas. Al integrar a cardiólogos clínicos, intervencionistas, cirujanos cardiovasculares, anestesiólogos, intensivistas, perfusionistas, enfermería especializada, rehabilitadores y personal diagnóstico, se logra una evaluación integral de cada paciente, favoreciendo decisiones compartidas.
La experiencia internacional demuestra que este modelo mejora la selección de casos, reduce complicaciones y optimiza recursos (4). En el IAHULA y el Instituto de Investigaciones Cardiovasculares, su formalización permitiría recuperar estándares de calidad y alinear la práctica con guías internacionales de la ESC, AHA y STS.

Discusión

La bioética clínica ofrece un marco para evaluar las carencias y proponer soluciones en cirugía cardiovascular. La historia de Mérida evidencia que la construcción de capacidades técnicas y académicas es posible incluso en entornos adversos, siempre que haya liderazgo, formación continua y cooperación interinstitucional.
Hoy, el desafío no es solo recuperar la capacidad instalada, sino institucionalizar un modelo sostenible, basado en la cooperación público-privada, la formación de talento y la implementación obligatoria del equipo cardiológico multidisciplinario. Esto no solo es una decisión técnica, sino un acto de justicia social.

Llamado a la acción

  1. Modernizar infraestructura y tecnología con financiamiento público-privado.
  2. Retener talento humano con incentivos académicos, laborales y de investigación.
  3. Establecer financiamiento solidario que garantice acceso universal.
  4. Institucionalizar el equipo cardiológico multidisciplinario como estándar.
  5. Promover investigación e innovación adaptadas al contexto venezolano.

Conclusión

Garantizar el acceso a cirugía cardiovascular en Venezuela es cumplir con un deber moral y una obligación legal implícita en el derecho a la salud. Integrar su provisión en un modelo equitativo y sostenible significa materializar los principios de justicia, beneficencia, no maleficencia y autonomía. La experiencia de Mérida demuestra que, incluso en entornos adversos, la resiliencia es posible si se sostiene sobre liderazgo, ética y compromiso con la vida humana (1,7).

Referencias

  1. Cárdenas C. Historia de la cardiología en Mérida, Venezuela: retos y desafíos. Avances Cardiol [Internet]. 2020 [citado 2025 ago 11];40(3):189-198. Disponible en: https://adem.biosoftca.com/historia-de-la-cardiologia-en-merida-retos-y-desafios/
  2. Núñez Medina TJ. Impacto de la cardiología intervencionista en Venezuela. Instituto Educardio [Internet]. 2023 [citado 2025 ago 11]. Disponible en: https://institutoeducardio.net/cardiologia-intervencionista-venezuela-impacto/
  3. Núñez Medina TJ. Quo vadis CardioULA: presente y futuro de la cardiología en Venezuela. Mérida: Instituto Educardio; 2023.
  4. Ghandour H, Vervoort D, Ravishankar R, Swain JB. Cardiac surgery and the sustainable development goals: a review. The Cardiothoracic Surgeon. 2022;30:14. Disponible en: https://doi.org/10.1186/s43057-022-00072-9
  5. Núñez Medina TJ. La paradoja del médico-empresario: modelos sociales rentables frente a la medicina crematística en Venezuela. Mérida: Instituto Educardio; 2023.
  6. Meara JG, Leather AJM, Hagander L, et al. Global Surgery 2030: evidence and solutions for achieving health, welfare, and economic development. 2015;386(9993):569–624. Disponible en: https://doi.org/10.1016/S0140-6736(15)60160-X
  7. Puigbó JJ. Historia de la cardiología en Venezuela. Caracas: Editorial Ateproca; 2012. p.261-272.
  8. Núñez Medina TJ. Cirugía cardiovascular: necesidad vital y pilar del desarrollo sostenible en Venezuela. Instituto Educardio [Internet]. 2024 [citado 2025 ago 11]. Disponible en: https://institutoeducardio.net/__trashed-4/