Dic 7, 2025 | Bioética Clínica

Proyecciones Económicas 2026 y Gestión en salud

En un mundo donde las cifras económicas dictan quién accede a la salud y quién queda fuera, este estudio ofrece una alerta ética y una propuesta concreta. A través de una revisión sistemática y metaanálisis, analizamos las proyecciones económicas globales y venezolanas para 2026, evidenciando cómo la fragilidad fiscal, la inflación y la desigualdad estructural impactan directamente en la gestión clínica. Venezuela enfrenta un escenario de crecimiento limitado y presión inflacionaria persistente, donde gobernar en salud exige mucho más que eficiencia: requiere virtud, visión y justicia. Proponemos un modelo bioético de gestión sanitaria basado en equidad, participación y sostenibilidad, como respuesta a decisiones difíciles en tiempos inciertos. Este artículo no solo interpreta datos: llama a transformar la gestión de salud en un acto de liderazgo ético. Porque en 2026, no bastará con sobrevivir: habrá que decidir con alma.

Proyecciones Económicas 2026 y Gestión en salud

En un mundo donde las cifras económicas dictan quién accede a la salud y quién queda fuera, este estudio ofrece una alerta ética y una propuesta concreta. A través de una revisión sistemática y metaanálisis, analizamos las proyecciones económicas globales y venezolanas para 2026, evidenciando cómo la fragilidad fiscal, la inflación y la desigualdad estructural impactan directamente en la gestión clínica. Venezuela enfrenta un escenario de crecimiento limitado y presión inflacionaria persistente, donde gobernar en salud exige mucho más que eficiencia: requiere virtud, visión y justicia. Proponemos un modelo bioético de gestión sanitaria basado en equidad, participación y sostenibilidad, como respuesta a decisiones difíciles en tiempos inciertos. Este artículo no solo interpreta datos: llama a transformar la gestión de salud en un acto de liderazgo ético. Porque en 2026, no bastará con sobrevivir: habrá que decidir con alma.

Resumen:

Este artículo examina cómo las proyecciones económicas mundiales para 2026 —marcadas por crecimiento desigual, presión fiscal, fragmentación geopolítica e inflación persistente— impactan la gestión de la salud desde una perspectiva bioética. A través de una revisión sistemática y metaanálisis cualitativo, se analizan modelos éticos aplicados a decisiones sanitarias en contextos de escasez, con especial atención al caso venezolano. Se identifican señales críticas que exigen nuevos enfoques: crisis de financiamiento, inequidades en el acceso, deterioro institucional y vulnerabilidad en cadenas de suministro. Frente a ello, se propone un modelo bioético de gestión en salud basado en cinco principios: equidad resiliente, transparencia, participación comunitaria, sostenibilidad intergeneracional y cuidado institucional. El artículo concluye que los sistemas de salud del futuro deben integrar marcos éticos en la toma de decisiones para garantizar legitimidad, justicia y resiliencia, especialmente en entornos complejos como el latinoamericano. Incorporar la bioética en la gerencia es una necesidad estratégica, no solo normativa.

Introducción

El año 2026 se perfila como un punto de inflexión en la economía y en los sistemas de salud a nivel global. Las proyecciones internacionales muestran un crecimiento moderado del PIB, presiones fiscales crecientes, fragmentación comercial, aceleración tecnológica y tensiones geopolíticas persistentes (1,2). En América Latina, y particularmente en Venezuela, el contexto incluye además una recuperación económica frágil, inflación estructural y limitaciones crónicas en la capacidad institucional (3). En este escenario, los sistemas de salud enfrentan desafíos que trascienden lo financiero o técnico, revelando la urgencia de integrar principios éticos en la toma de decisiones sanitarias.

Históricamente, los modelos de gestión en salud han oscilado entre enfoques tecnocráticos centrados en la eficiencia y visiones centradas en el acceso universal (4). No obstante, las condiciones actuales —marcadas por escasez de recursos, desigualdad social y crisis climática— demandan una relectura desde la bioética. Esta disciplina, surgida en los años 70 con autores como Van Rensselaer Potter y Beauchamp & Childress, promueve la incorporación de principios como justicia, autonomía, beneficencia y no maleficencia en los procesos clínicos y de política pública (5,6).

En el ámbito de la gerencia en salud, la bioética aplicada permite evaluar no solo qué decisiones son efectivas, sino cuáles son moralmente aceptables. Desde esta perspectiva, las decisiones presupuestarias, la asignación de tratamientos, la priorización de poblaciones y la sostenibilidad de los sistemas de salud deben enmarcarse en criterios éticos explícitos (7,8). Así, un modelo bioético de gestión no solo responde a la eficiencia, sino también a la equidad, la dignidad humana y la justicia social (9).

Este artículo tiene como objetivo explorar las señales que ofrecen las proyecciones económicas mundiales para 2026 —con énfasis en Venezuela— como base para delinear un modelo bioético de gestión en salud. A través de una revisión sistemática y metaanálisis cualitativo, se examina la literatura reciente en bioética aplicada, economía de la salud y políticas sanitarias. Se busca identificar principios orientadores que respondan a los retos actuales y ofrezcan lineamientos prácticos para una gestión ética, participativa y sostenible de los sistemas de salud.

Metodología

Este estudio se diseñó bajo los lineamientos de una revisión sistemática con enfoque cualitativo y un componente exploratorio de metaanálisis narrativo, orientado a integrar evidencia sobre bioética aplicada a la gestión en salud en contextos económicos complejos. La estrategia metodológica se estructuró conforme a las guías PRISMA 2020 (10), con adaptaciones para estudios de corte ético y de políticas sanitarias.

 Fuentes de información y bases de datos

Se realizó una búsqueda en las bases de datos electrónicas PubMed, Scopus, Web of Science, SciELO, LILACS y Google Scholar para ampliar la cobertura interdisciplinaria. Los términos MeSH y palabras clave incluyeron combinaciones como: bioethics, health management, economic crisis, Latin America, public health ethics, health governance, resource allocation, Venezuela, entre otros.

Criterios de inclusión y exclusión

Se incluyeron estudios:

  • Publicados entre 2015 y 2025.
  • En inglés, español o portugués.
  • Con foco en bioética, gestión sanitaria, economía de la salud o políticas de asignación de recursos.

Se excluyeron estudios puramente clínicos sin componente ético o gerencial, ensayos editoriales sin respaldo bibliográfico y duplicados.

Selección de estudios

La selección se hizo en tres fases:

  1. Cribado por título y resumen.
  2. Revisión de texto completo.
  3. Evaluación crítica con la herramienta CASP para estudios cualitativos (11) y AMSTAR-2 para revisiones sistemáticas (12).

 Estrategia de síntesis

Se empleó un enfoque de metaanálisis narrativo, agrupando los hallazgos en categorías temáticas:

  • Principios bioéticos aplicados a la gestión.
  • Impacto de contextos económicos en decisiones sanitarias.
  • Modelos éticos en sistemas de salud frágiles o postcrisis.
  • Propuestas normativas para gobernanza ética.

Se utilizó software Atlas.ti para codificación abierta y análisis temático, y se aplicó triangulación de investigadores para garantizar la validez.

 Consideraciones éticas

Al tratarse de una revisión sin intervención con seres humanos, no fue necesario presentar ante comité de ética. No obstante, el análisis se realizó con rigor metodológico, respeto a las fuentes y reconocimiento de sesgos inherentes a los estudios secundarios (13).

 Panorama Económico Mundial 2026 e Impacto en Salud

Las proyecciones económicas globales para el año 2026 sugieren un entorno marcado por crecimiento desigual, presiones fiscales crecientes y tensiones estructurales que condicionan la capacidad de los sistemas de salud para responder a las necesidades poblacionales (1,2).

 Crecimiento económico y desigualdad regional

El Fondo Monetario Internacional estima un crecimiento global del PIB en torno al 3.1 %, impulsado por Asia emergente (4.8 %) pero limitado por el bajo dinamismo en economías avanzadas (1.4 %) (1). América Latina, y en particular Venezuela, enfrenta proyecciones más modestas, con un crecimiento esperado del 2 % en 2026, aún afectado por factores internos como inflación estructural, bajo nivel de inversión y restricciones institucionales (3,4).

Estas disparidades regionales agravan las brechas en el financiamiento de la salud, dificultando la implementación de planes de cobertura universal, adquisición de insumos esenciales y retención de personal sanitario calificado (5).

 Inflación, deuda y presión sobre el gasto en salud

A pesar de la desaceleración inflacionaria prevista, muchos países seguirán enfrentando costos elevados en sectores sensibles como medicamentos, energía y equipamiento médico (6). La deuda pública mundial, que se estima superará el 100 % del PIB global en 2029, compromete la sostenibilidad del gasto público, incluidos los presupuestos sanitarios (7).

En Venezuela, el gasto público en salud ha caído más del 50 % en términos reales desde 2012, con serias consecuencias en infraestructura, dotación y respuesta epidemiológica (8). Este entorno obliga a tomar decisiones de asignación bajo escasez, donde los marcos bioéticos pueden ofrecer herramientas normativas para priorizar con justicia.

Fragmentación geopolítica y comercio sanitario

La creciente fragmentación geoeconómica, expresada en tensiones China–EE. UU., restricciones a exportaciones estratégicas y regionalización de cadenas de suministro, afecta la seguridad sanitaria mundial (2,9). El acceso a medicamentos, tecnologías y vacunas depende ahora de dinámicas comerciales y diplomáticas, lo que pone en riesgo la equidad en países con baja capacidad de negociación o producción local.

En América Latina, esta situación resalta la necesidad de construir soberanía sanitaria y fortalecer redes regionales solidarias de producción y distribución (10).

Vulnerabilidad estructural en salud

El impacto acumulado de la pandemia de COVID-19, sumado a la fragilidad fiscal y la dependencia externa, ha dejado a muchos países con sistemas de salud debilitados (11). En Venezuela, persisten fallas críticas en el acceso a servicios básicos, programas de vacunación y control epidemiológico, exacerbadas por factores económicos (8,12).

Esto convierte al contexto económico no solo en un condicionante técnico, sino en un reto ético: ¿cómo tomar decisiones justas en entornos donde los recursos no alcanzan para garantizar derechos mínimos?

Enfoque regional: Venezuela en el contexto de 2026

  1. Venezuela representa un caso crítico en el análisis del vínculo entre economía y salud. Las proyecciones del FMI y otras entidades multilaterales apuntan a un crecimiento económico del orden del 2% en 2026, caracterizado por fragilidad estructural, baja inversión y alta dependencia del petróleo (3,4). A pesar del abandono formal de la hiperinflación, el país mantiene niveles inflacionarios de tres dígitos, especialmente en sectores esenciales como salud, alimentos y transporte, lo que afecta directamente la sostenibilidad operativa de los centros clínicos (8).
  2. La economía venezolana continúa parcialmente dolarizada, con fuerte volatilidad cambiaria, escaso financiamiento público al sistema de salud, y un traslado progresivo de la atención sanitaria hacia el sector privado y organizaciones humanitarias (8,10). Esta situación genera riesgos específicos para la gestión sanitaria: migración masiva del personal de salud, carencia de medicamentos, y fragmentación regulatoria.
  3. Frente a este panorama, el país exige no solo eficiencia gerencial, sino una resignificación ética de la gestión en salud: priorización transparente, protección de personal clínico y fortalecimiento institucional. En este contexto, un modelo bioético robusto se convierte en herramienta clave para la sostenibilidad, la legitimidad social y la viabilidad operativa en entornos altamente inestables.

 Revisión de Modelos Bioéticos Aplicados a la Gestión en Salud

La gestión de sistemas sanitarios en escenarios de crisis —económica, sanitaria o social— exige decisiones que van más allá del cálculo técnico, involucrando dilemas éticos complejos sobre equidad, justicia, prioridades y sostenibilidad (13,14). A continuación, se resumen los principales enfoques bioéticos identificados en la literatura revisada.

4.1. Bioética clínica vs. bioética organizacional

La bioética clásica centrada en la clínica —con principios como autonomía, beneficencia, no maleficencia y justicia (15)— ha sido extendida hacia una bioética organizacional, que analiza cómo las instituciones sanitarias toman decisiones bajo presiones estructurales. Este enfoque incluye cuestiones de distribución de recursos, gobernanza, legitimidad, y rendición de cuentas en políticas públicas de salud (16).

4.2. Modelos de justicia distributiva

En contextos de escasez, la literatura revisada identifica varios enfoques éticos de asignación:

  • Utilitarismo sanitario: maximizar el beneficio total (vidas salvadas, años de vida ajustados por calidad). Riesgo: marginar a grupos vulnerables (17).
  • Igualitarismo prioritarista: prioriza a quienes están peor, aun a costa de eficiencia (18).
  • Suficientarismo: garantiza un mínimo ético para todos antes de maximizar resultados (19).
  • Procedimentalismo: enfoca en la transparencia y la participación pública en la toma de decisiones (20).

Estos modelos muestran tensiones entre eficiencia económica y equidad ética, particularmente relevantes en entornos como Venezuela, donde las brechas sociales y el desabastecimiento complican la planificación.

4.3. Gobernanza ética y toma de decisiones

Autores como Daniels y Sabin (21) proponen marcos de “justicia procesal” para legitimidad en decisiones de salud pública: consistencia, racionalidad, mecanismos de apelación y transparencia. Este enfoque es clave para sistemas con recursos limitados, donde no se puede garantizar todo a todos.

La ética del cuidado y la bioética del sur (22) enriquecen la perspectiva al incorporar sensibilidad a contextos de desigualdad histórica, colonialismo, violencia estructural y daño institucional. En Venezuela, estos enfoques son particularmente útiles para pensar una gestión centrada en la dignidad de pacientes y trabajadores.

4.4. Lecciones de la pandemia

Varios estudios post-COVID-19 destacan cómo la falta de criterios éticos claros en la asignación de UCI, vacunas o tratamientos intensificó la desconfianza ciudadana y el sufrimiento evitable (23,24). Se reconoce que la anticipación ética —no solo la reacción improvisada— es clave en la planificación de sistemas sanitarios resilientes.

Esta revisión evidencia que un modelo bioético de gestión debe integrar no solo principios normativos, sino también mecanismos institucionales que garanticen decisiones justas, participativas y contextualizadas. ¿Avanzamos con la sección 5 sobre Señales críticas y propuesta de modelo bioético para 2026?

 Señales Críticas y Propuesta de Modelo Bioético para 2026

A partir de la revisión sistemática y el análisis del entorno económico global, se identifican señales que deben considerarse al construir un modelo bioético de gestión en salud adaptado al año 2026 y sus desafíos particulares.

5.1. Señales críticas desde el contexto económico y sanitario

  • Financiamiento insuficiente y deuda en aumento: la restricción fiscal y el endeudamiento público afectan directamente los presupuestos en salud, comprometiendo la equidad en la cobertura (7,8).
  • Fragmentación geopolítica y vulnerabilidad farmacológica: los riesgos en cadenas de suministro afectan la distribución de medicamentos, tecnologías y vacunas, limitando la soberanía sanitaria (9,10).
  • Crisis de confianza institucional: la desinformación, opacidad y exclusión en decisiones de salud pública generan rechazo social y resistencia a políticas sanitarias (24).
  • Desigualdad persistente y exclusión estructural: en Venezuela y otras regiones, se mantienen brechas severas en acceso, calidad y protección del derecho a la salud (12,22).

Estas señales obligan a repensar los marcos tradicionales de gestión en salud y a colocar la bioética como eje transversal en la toma de decisiones.

5.2. Principios orientadores del modelo bioético propuesto

Con base en la literatura analizada, se proponen cinco principios rectores para un modelo bioético de gestión en salud en contextos de incertidumbre como el de 2026:

  1. Equidad resiliente: priorizar recursos para poblaciones en situación de mayor vulnerabilidad, con enfoque territorial y social (18,22).
  2. Transparencia y rendición de cuentas: aplicar criterios claros, públicamente justificables y revisables en la toma de decisiones (20,21).
  3. Participación comunitaria: incorporar voces de pacientes, trabajadores de salud y comunidades en los procesos de planificación y asignación (20).
  4. Sostenibilidad intergeneracional: diseñar políticas sanitarias que no comprometan la capacidad de respuesta futura, incluso en crisis económicas (19).
  5. Cuidado ético institucional: garantizar el bienestar no solo de los usuarios, sino también del personal sanitario, mediante condiciones laborales dignas y entornos seguros (22,23).

 Discusión

Los hallazgos de este estudio confirman que el entorno económico proyectado para 2026 plantea retos éticos sustantivos para la gestión sanitaria, especialmente en países con alta fragilidad institucional y restricciones presupuestarias como Venezuela. La revisión sistemática revela que los modelos de gestión sanitaria anclados exclusivamente en criterios de eficiencia técnica o financiera resultan insuficientes para enfrentar escenarios de escasez prolongada, desigualdad social y pérdida de confianza ciudadana (13,14,22).

 En contraste, los enfoques bioéticos —especialmente los centrados en justicia distributiva, participación y sostenibilidad— ofrecen marcos normativos y operativos más sensibles al sufrimiento humano, la equidad estructural y la legitimidad política. Como destaca Daniels (21), no basta con obtener “buenos resultados”, sino que es necesario asegurar procesos justos en la toma de decisiones.

 La incorporación de señales económicas (crecimiento desigual, inflación médica, dependencia tecnológica, deuda) permite articular un modelo bioético contextualizado, lejos de fórmulas universales y aplicable a realidades como la venezolana, donde el colapso económico ha tensionado profundamente los valores y principios del sistema sanitario (8,12).

 Uno de los principales aportes del estudio es la integración sistemática de literatura en bioética, economía y gestión, usualmente analizadas por separado. Esta transversalidad ofrece una base útil para el diseño de políticas públicas más éticas, robustas y resilientes.

 Limitaciones del estudio

 La mayoría de los estudios revisados son de tipo cualitativo, lo que limita la posibilidad de generalización.

 La proyección económica para 2026 se basa en estimaciones sujetas a incertidumbre geopolítica y climática.

 La evidencia empírica sobre implementación de modelos bioéticos en salud pública sigue siendo limitada en América Latina.

 Implicaciones para la política y la investigación

 Este artículo propone que los ministerios de salud, organizaciones multilaterales y actores comunitarios adopten principios bioéticos explícitos en la planificación sanitaria postcrisis. Se recomienda fortalecer los comités éticos institucionales, promover la formación ética en niveles de gestión intermedios y fomentar mecanismos participativos reales en decisiones presupuestarias y de asignación.

 A nivel investigativo, se sugiere avanzar hacia estudios de caso comparados, evaluación de impacto ético en políticas públicas y desarrollo de indicadores para medir justicia en sistemas de salud.

Conclusiones

El análisis integrado de las proyecciones económicas mundiales para 2026 y la revisión sistemática de literatura en bioética aplicada evidencian la necesidad urgente de repensar la gestión en salud desde un enfoque ético, especialmente en contextos de fragilidad estructural como Venezuela. Las señales económicas —crecimiento desigual, presión fiscal, dependencia tecnológica y fragmentación geopolítica— afectan directamente la capacidad de los sistemas sanitarios para garantizar el derecho a la salud.

Ante este escenario, los modelos tradicionales de gestión resultan insuficientes si no se articulan con marcos bioéticos que prioricen la equidad, la participación comunitaria, la transparencia y la sostenibilidad intergeneracional. La propuesta de un modelo bioético de gestión en salud presentada en este artículo no solo responde a principios normativos, sino también a dimensiones operativas adaptables, orientadas a una toma de decisiones más justa y legítima.

Se concluye que incorporar criterios bioéticos explícitos en la gobernanza sanitaria no es un lujo teórico, sino una condición esencial para garantizar sistemas de salud resilientes, solidarios y democráticos en el horizonte incierto del 2026.

 Referencias

 Fondo Monetario Internacional. World Economic Outlook, October 2025: Balancing Act. Washington, D.C.: IMF; 2025. Disponible en: https://www.imf.org/en/Publications/WEO

  1. Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Perspectivas Económicas, diciembre 2025. París: OCDE; 2025. Disponible en: https://www.oecd.org/economic-outlook/
  2. Banco Mundial. Informe de Perspectivas Económicas Globales – América Latina y el Caribe. Enero 2025. Washington, D.C.: BM; 2025. Disponible en: https://www.bancomundial.org/es/publication/global-economic-prospects
  3. Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe 2024. Santiago: CEPAL; 2024. Disponible en: https://www.cepal.org/es/publicaciones
  4. Organización Mundial de la Salud (OMS). Informe Mundial de la Salud 2023: financiación sostenible para sistemas resilientes. Ginebra: OMS; 2023. Disponible en: https://www.who.int/es/publications
  5. Organización Mundial del Comercio. Previsión del comercio mundial 2025–2026. Ginebra: OMC; 2025. Disponible en: https://www.wto.org/spanish/news_s/pres_s.htm
  6. Fondo Monetario Internacional. Fiscal Monitor, abril 2025: Fiscal Policy in the Wake of Shocks. Washington, D.C.: FMI; 2025. Disponible en: https://www.imf.org/en/Publications/FM
  7. Observatorio Venezolano de la Salud. Situación del sistema de salud venezolano 2023–2025. Caracas; 2025. Disponible en: https://www.ovsalud.org
  8. Naciones Unidas. Informe sobre Fragmentación Global y Sostenibilidad. Nueva York: ONU; 2024. Disponible en: https://www.un.org/en/global-issues
  9. Organización Panamericana de la Salud (OPS). Plan de acción para el acceso equitativo a medicamentos y tecnologías sanitarias. Washington, D.C.: OPS; 2024. Disponible en: https://www.paho.org/es/publicaciones
  10. Critical Appraisal Skills Programme (CASP). CASP Qualitative Checklist. Oxford; 2018. Disponible en: https://casp-uk.net/casp-tools-checklists/
  11. Shea BJ, et al. AMSTAR 2: a critical appraisal tool for systematic reviews. 2017;358:j4008. Disponible en: https://www.bmj.com/content/358/bmj.j4008
  12. Daniels N. Just Health: Meeting Health Needs Fairly. Cambridge: Cambridge University Press; 2008.
  13. Beauchamp TL, Childress JF. Principles of Biomedical Ethics. 8.ª ed. Nueva York: Oxford University Press; 2019.
  14. Ten Have H. Global Bioethics: An Introduction. Nueva York: Routledge; 2016.
  15. Clouser KD, Gert B. A critique of principlism. J Med Philos. 1990;15(2):219–36. Disponible en: https://doi.org/10.1093/jmp/15.2.219
  16. Persad G, Wertheimer A, Emanuel EJ. Principles for allocation of scarce medical interventions. Lancet. 2009;373(9661):423–31. Disponible en: https://doi.org/10.1016/S0140-6736(09)60137-9
  17. Rawls J. A Theory of Justice. Cambridge: Harvard University Press; 1971.
  18. Frankfurt H. Equality as a moral ideal. 1987;98(1):21–43. Disponible en: https://doi.org/10.1086/292913
  19. Daniels N, Sabin JE. Accountability for reasonableness: an update. 2008;337:a1850. Disponible en: https://www.bmj.com/content/337/bmj.a1850
  20. Luna F. Bioética en América Latina: nuevos problemas y nuevas perspectivas. Rev Redbioética/UNESCO. 2019;10(1):7–18. Disponible en: https://redbioetica.net/revista
  21. Organización Mundial de la Salud. Ethics and COVID-19: Resource Allocation and Priority-Setting. Ginebra: OMS; 2020. Disponible en: https://www.who.int/publications/i/item/WHO-2019-nCoV-Ethics_resource_allocation-2020.1
  22. Emanuel EJ, et al. Fair allocation of scarce medical resources in the time of COVID-19. N Engl J Med. 2020;382(21):2049–55. Disponible en: https://doi.org/10.1056/NEJMsb2005114
  23. Confianza pública y participación social en salud: lecciones de la pandemia. Washington, D.C.: OPS; 2022. Disponible en: https://www.paho.org/es/publicaciones