Figura 1. Principales causas de la carga de enfermedad cardiovascular en Venezuela 2021
Introducción
En Venezuela, y particularmente en Mérida, la convergencia entre la crisis climática y la epidemia de enfermedades cardiovasculares y otras enfermedades no transmisibles (ENT) constituye lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la literatura académica describen como una sindemia: la interacción sinérgica de dos o más crisis de salud y factores socioambientales que se refuerzan mutuamente y amplifican su impacto, generando efectos más devastadores que cada crisis por separado (1,2).
La sindemia climática y cardiovascular refleja cómo la emergencia climática intensifica los determinantes de salud desfavorables, interrumpe los servicios de prevención y tratamiento, y expone a las poblaciones vulnerables a una doble carga de riesgo: por un lado, la exposición directa a fenómenos extremos y desplazamientos forzados; por otro, el aumento sostenido de factores de riesgo de ENT como hipertensión, diabetes, obesidad y cardiopatía isquémica (3,4).
A pesar de la respuesta política global, reafirmada por la OMS en su Hoja de Ruta de Implementación 2023–2030 para el control de ENT, y plasmada en declaraciones políticas de la ONU desde 2011, la acción local sigue fragmentada y la inversión en prevención permanece insuficiente. Esto mantiene comprometida la equidad en el acceso, especialmente en regiones de alta vulnerabilidad como Mérida (5,6).
El peso de la enfermedad cardiovascular y la emergencia climática
Las ENT, encabezadas por la cardiopatía isquémica, son responsables de siete de cada diez muertes en el mundo, con un estimado de 41 millones de fallecimientos anuales (3). En países de ingresos bajos y medianos, como Venezuela, más del 85 % de las muertes prematuras ocurren entre los 30 y 69 años, golpeando de forma desproporcionada a la población económicamente activa (4).
Simultáneamente, la crisis climática intensifica factores de riesgo: inseguridad alimentaria, eventos extremos, migración interna, y deterioro de servicios básicos, amplificando la exposición a las ENT (5). Este vínculo sindémico compromete la resiliencia comunitaria, tal como lo advirtió la Hoja de Ruta de Montevideo y la Declaración Política de la ONU de 2018 (6).
Datos recientes señalan que Venezuela enfrenta una carga crítica de enfermedad cardiovascular, infarto agudo de miocardio e hipertensión arterial, con tendencias alarmantes y poco control (7)(8)(9).
Por qué: Un desafío de dignidad
La carga de las ENT no es solo un asunto sanitario; es un problema de justicia social y desarrollo humano. Se estima que en los próximos 15 años, solo en países en desarrollo, las ENT generarán pérdidas económicas superiores a 7 billones de dólares (10). En Venezuela, la precariedad del acceso a medicamentos, tecnologías diagnósticas y control de factores de riesgo cardiovascular desnuda la inequidad estructural de los sistemas de atención, especialmente en zonas andinas como Mérida (11).
Como lo establece la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, garantizar el “más alto nivel de salud física y mental” es un derecho humano y condición de la dignidad colectiva (12). Invertir en prevención cardiovascular, como recomiendan la OMS y Naciones Unidas, ofrece uno de los retornos más elevados por dólar invertido, reduciendo mortalidad, discapacidad y gasto de bolsillo (13).
Para qué: Del compromiso global a la acción local
La respuesta mundial ha marcado un camino claro: integrar la prevención y control de las ENT en la atención primaria de salud (APS) y en la cobertura sanitaria universal (14). Los Estados Miembros asumieron compromisos en las Reuniones de Alto Nivel de 2011, 2014 y 2018 para reducir en un tercio la mortalidad prematura por ENT al 2030 (15).
En Mérida, traducir este mandato implica proteger la red ambulatoria, garantizar antihipertensivos y estatinas esenciales, reactivar la vigilancia epidemiológica y adaptar protocolos para emergencias climáticas (16). Este enfoque multisectorial se alinea con el principio constitucional venezolano de universalidad y gratuidad de la atención (17).
Cómo: Un camino hacia la dignidad
Reforzar la medicina cardiovascular como prioridad no debe interpretarse como un gasto insostenible, sino como una inversión estratégica para quebrar el motor de la pobreza y restaurar la confianza pública (18). La respuesta sindémica exige liderazgo político, financiamiento sostenido y un nuevo pacto entre gobiernos, comunidades y sector salud, que coloque la prevención de las ENT en el primer plano de la agenda de desarrollo local .
Conclusión
La sindemia climática y cardiovascular expone una paradoja urgente: o se convierte en catalizador de un camino de dignidad —con políticas públicas coherentes, inversión y equidad— o seguirá siendo un motor silencioso de pobreza, exclusión y mortalidad evitable.
La oportunidad de actuar es hoy. Venezuela, y Mérida en particular, pueden alinear sus esfuerzos con la hoja de ruta global de la OMS para la prevención y control de las enfermedades cardiovasculares y sus enfermedades no transmisibles relacionadas (cáncer, diabetes, enfermedades respiratorias y renales cróncas) y cumplir la promesa básica de dignidad inscrita en el derecho a la salud para todos .
Referencias
- World Health Organization. World Health Statistics 2020. Geneva: WHO; 2020.
- United Nations. Political Declaration of the High-level Meeting of the General Assembly on the Prevention and Control of Non-communicable Diseases. New York: UN; 2011.
- United Nations. Political Declaration of the High-level Meeting of the General Assembly on the Review of the Progress Achieved in the Prevention and Control of Non-communicable Diseases. New York: UN; 2014.
- United Nations. Political Declaration of the Third High-level Meeting of the General Assembly on the Prevention and Control of Non-communicable Diseases. New York: UN; 2018.
- World Health Organization. Development of an Implementation Roadmap 2023–2030 for the Global Action Plan for the Prevention and Control of NCDs 2013–2030. Geneva: WHO; 2021.
- United Nations. Montevideo Roadmap 2018–2030 on NCDs as a Sustainable Development Priority. Geneva: WHO; 2018.
- Núñez Medina TJ. La carga de enfermedad cardiovascular en Venezuela 2021 [Internet]. Mérida: Instituto Educardio; 2021 [cited 2025 Jul 6]. Available from: https://institutoeducardio.net/la-carga-de-enfermedad-cardiovascular-en-venezuela-2021/
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