Una mirada desde la Bioética Clínica
Desde la inauguración de su edificio el 19 de abril de 1977, el Centro Clínico Dr. Marcial Ríos Morillo ha sido parte esencial del entramado médico, ético y comunitario del estado Mérida, Venezuela. Surgido en un tiempo de expansión institucional y fortalecimiento del profesionalismo médico, este centro se consolidó como un espacio de atención especializada, formación con valores y vínculo humano.
Hoy, al celebrar su 48° aniversario, no solo se honra una trayectoria institucional, sino que se asume el desafío de un presente que interpela profundamente a la medicina como ciencia, arte y compromiso moral.
Una medicina en transformación
La práctica médica atraviesa una transformación acelerada. La crisis estructural del sistema de salud, los dilemas bioéticos contemporáneos, la migración del personal sanitario y el agotamiento del modelo tradicional de atención exigen repensar los fundamentos del ejercicio clínico y del liderazgo institucional.
En este contexto, el Centro Clínico Dr. Marcial Ríos Morillo se mantiene como un baluarte de resistencia ética, fiel a su vocación fundacional de servir con ciencia, dignidad y compasión, en un país que sigue exigiendo respuestas humanas en medio de la adversidad.
Un aniversario con sentido
Las actividades del aniversario —conferencias, oración, misa, reflexión emocional y espiritual— seran más que actos conmemorativos: constituyen un ejercicio de memoria, conciencia y reafirmación moral. Celebrar la existencia de una institución de salud en Venezuela hoy no es trivial: es decir que aún creemos en el valor del cuidado, en la dignidad del paciente y en el sentido profundo del acto médico.
En cada encuentro quedará patente la convicción de que otra medicina es posible: una medicina más humana, más crítica, más comprometida con la realidad de las personas y con la ética del servicio.
Legado y horizonte
El Dr. Marcial Ríos Morillo no solo legó su nombre: dejó una forma de vivir y ejercer la medicina, fundada en el respeto, la formación integral y la entrega vocacional. Honrar su legado no implica nostalgia, sino proyección: formar nuevas generaciones con pensamiento crítico, juicio ético y liderazgo compasivo.
A 48 años de su inauguración, el Centro Clínico reafirma su lugar como puente entre ciencia, conciencia y comunidad, en medio de una Venezuela que clama por salud, verdad y esperanza. Más que un aniversario, esta fecha es una oportunidad para reivindicar la dignidad en el cuidado y renovar el pacto moral del ejercicio médico.
Las conferencias: señales de una nueva era
Durante la jornada conmemorativa, las conferencias programadas no solo transmitirán conocimiento técnico, sino que funcionaron como reflejo de una conciencia colectiva que intuye el inicio de una nueva etapa en la medicina. Temas como el manejo de lesiones del ligamento cruzado anterior, la toxicología clínica en entornos de riesgo, las relaciones interpersonales, la espiritualidad y la gestión emocional, no fueron escogidos al azar. Representan un cruce entre el saber biomédico y las dimensiones éticas, humanas y sociales del cuidado.
Cada ponencia dejará entrever una inquietud común: ya no basta con saber más, es necesario saber para servir mejor, y decidir con juicio moral.
Esta apertura hacia nuevas temáticas marca un punto de inflexión: se está gestando una transición hacia una medicina más integradora, más dialogante, más consciente de sus límites y de su poder. Las conferencias no solo seran formativas, también inspiraran un nuevo modo de ejercer, enseñar y pensar la profesión médica.
Desde la Bioética Clínica, celebramos este giro: no es una moda, es la respuesta necesaria a un cambio de época, donde el médico, el paciente y la comunidad deben reconstruir juntos la confianza, el sentido y la esperanza.
Tulio José Núñez Medina
Cardiólogo Clínico e Intervencionista
Bioética Clínica,
Cátedra Internacional de Bioética Jérôme Lejeune